El maquinado y mecanizado de metales son procesos de fabricación que utilizan herramientas de corte para dar forma a una pieza de metal, eliminando material hasta alcanzar las dimensiones y la forma deseadas. A diferencia de la fundición o la forja, que crean la forma de la pieza en una sola operación, el maquinado es un proceso de sustracción que permite una precisión y un detalle excepcionales.
Los dos procesos de mecanizado más comunes son el torneado y el fresado, que se complementan para crear una amplia variedad de piezas.
Torneado: Este proceso se realiza en una máquina llamada torno. La pieza de trabajo (generalmente cilíndrica) gira a alta velocidad, mientras una herramienta de corte estacionaria se mueve a lo largo de su superficie, eliminando material y creando diámetros, conos, ranuras o roscas. El torneado es fundamental para fabricar componentes con simetría circular, como ejes, pernos y pasadores.
Fresado: En el fresado, una herramienta de corte rotatoria (fresa) se mueve sobre una pieza de trabajo estacionaria para eliminar material. A diferencia del torneado, el fresado se utiliza para crear superficies planas, ranuras, cavidades y formas complejas. La fresadora CNC (Control Numérico Computarizado) es una herramienta moderna que permite automatizar este proceso y lograr una precisión asombrosa.
Para piezas que requieren tolerancias extremadamente ajustadas, se utilizan procesos de mecanizado de alta precisión:
Rectificado: Utiliza una muela abrasiva que gira a gran velocidad para eliminar pequeñas cantidades de material de la superficie de la pieza. El rectificado se usa para lograr un acabado de superficie muy fino y dimensiones muy precisas en materiales duros, como aceros templados.
Electroerosión (EDM): Este método utiliza descargas eléctricas controladas para erosionar el material. Un electrodo y la pieza de trabajo se sumergen en un fluido dieléctrico, y la descarga eléctrica crea un canal de plasma que vaporiza el metal. La EDM es ideal para cortar formas complejas y orificios diminutos en metales muy duros que serían difíciles de mecanizar con herramientas de corte tradicionales.
El maquinado y el mecanizado son procesos indispensables en la fabricación, permitiendo la producción en masa de componentes idénticos y la creación de piezas únicas para la industria automotriz, aeroespacial, médica y de tecnología.