ARSÉNICO

Nombre: Arsénico (adoptación del persa original: "zarnikh", "dorado" )

Símbolo: As

Grupo: 15

Período: 4

Bloque: p

Categoría: Metaloides

Número atómico: 33

Masa atómica: 74,921 u

Electrones por capa: 2, 8, 18, 5 

Electronegatividad: 2,18

Densidad: 5,727 gr/cc

Punto de Fusión: No funde, sublima directamente

Punto de Ebullición: 817ºC

Conductividad Térmica: 50 W (m·K) 

Conductividad Eléctrica: 3,3 × 10^6 S/m 

Orden Magnético: Diamagnético

Estado Ordinario: Sólido

Estados de Oxidación: 5, 4, 3, 2, 1, -1, -2, -3

Dureza Mohs: 3,5

Dureza Vickers: 1510 MPa 

Dureza Brinell: 1440 MPa 

Isótopos más estables: As-75 (100%)

Descubridor: Conocido desde la Antigüedad


El Arsénico es de los pocos elementos de la Tabla Periódica que se presenta en estado elemental (nativo) en la naturaleza. Es famoso desde la Antigüedad, y se tiene constancia escrita de el y sus características principales desde por lo menos el siglo XIII. En Europa, el monje Alberto (no confundir con Alejandro) Magno es frecuentemente acreditado con la primera obtención del elemento a partir de la mena mineral, pero dado que se trabajaba con el desde mucho antes debido a que se reduce con facilidad no se acredita como tal dicho descubrimiento, más allá de la falta de pruebas sólidas. 

Es el elemento más famoso en tanto a su naturaleza venenosa se refiere. Como decir que el Cobre destaca por ser el único metal, junto al Oro, que no es de color gris o plateado, el Arsénico sobresale por su naturaleza intrínsecamente venenosa, a tal punto que éste fuera su uso desde tiempos remotos. Incluso hoy en día se sigue usando, explotando ésta faceta, como pesticida en países menos desarrollados. Se le teme, y con buena razón: es letal y ha sido acuñado como “el rey de los venenos” (aunque realmente no lo sea). 

Para los alquimistas era importante, no es de extrañar: en comparación a los 94 elementos (excluyendo los trans-uránicos que son 100% artificiales) que nosotros tenemos en la Tabla Periódica actual la lista de elementos con los que trabajaban los padres directos de la química moderna eran escasos, por no decir que el mero modelo o noción del concepto de átomo no existía tal como lo conocemos. El Arsénico tenía su propio símbolo alquímico, y era usado tanto en estado puro como en forma de compuesto. 


Propiedades

A diferencia de los metaloides anteriores, el Arsénico se presenta como un elemento más “metálico” que los ya mencionados en varios aspectos: a los ojos de un novato recuerda a un metal del bloque p, sólo que quebradizo y suave. Es fácilmente pulverizable, pobre conductor del calor y la electricidad y con poca rigidez y resistencia mecánica en general. 

Químicamente es bastante resistente (aunque suene irónico), prueba de ello es que se presente en estado nativo. Solamente los elementos más nobles se presentan como tal, ya que ni al Azufre ni al Oxígeno les da tiempo a combinarse con ellos a tal punto que sólo los podamos encontrar en rocas (minerales). Ésto es raro, claro: la mayor parte del Arsénico se encuentra de forma combinada, lo cual de hecho, es una ventaja. Recuerda que los elementos nativos sólidos, salvo aquellos metales tan nobles como el Oro, Platino, Plata, la mayor parte de los elementos que se encuentran en estado elemental de forma natural son propensos, pese a todo, a formar compuestos, aunque con menos facilidad que los que nunca aparecen puros de manera natural. El problema en el caso concreto del Arsénico es que cuando lo encontramos en estado elemental es muchísimo más peligroso que en su forma combinada. Es como el Flúor, ¿recuerdas? El elemento puro es letal, combinado no lo es tanto (aunque no deje de ser peligroso). 


Aplicaciones

Cómo de ruin yo sería si no dijera ésta cruel verdad: el uso más extenso y antiguo del elemento no era el otro que el de material de partida para la elaboración de venenos. Finamente pulverizado y enmascarando el sabor/olor del metaloide puro o combinado se daba a beber/comer a pobres o ricos por igual con propósito idéntico: matarlos. El Arsénico, “bien administrado” no causaba meros estragos, si no que se llevaba la vida por delante como arma biológica primitiva, letal. A veces pienso en cómo me quejo o nos quejamos de nuestro estilo de vida actual cuando estudiaba los usos que se le daban a éste elemento que no tiene bien ni maldad: simplemente es materia sin carga moral, mata por efectos que se pueden explicar empíricamente mediante la ciencia, y no tiene nada que ver con diablos o demonios en general. 

Esto no quita que tenga cierto peso simbólico en tanto a lo que acabo de mencionar, no obstante, dejemos la literatura para otro momento y centrémonos en sus otras aplicaciones. 

El Arsénico se usó para varias cosas, más allá de la fabricación de venenos, pesticidas, et cétera. 

Durante la época Victoriana en Inglaterra era muy popular ingerirlo en alimentos o aplicarlo directamente sobre la faz para conseguir un efecto más pálido en la piel, considerado por muchos y muchas incluso hasta el día de hoy como un símbolo de belleza. Los tonos particularmente pálidos con leves tonos rosas en la zona de las mejillas (cachetes) en las señoras y señoritas eran y siguen siendo en algunas culturas incluso a día de hoy un estatus de “alta sociedad”. La faz quemada al sol era símbolo de vida dura, esforzada, ergo la palidez era muestra de una vida sosegada y apartada de las labores más relativas a las personas de baja jerarquía en la pirámide social. 

He de señalar que el Arsénico “blanquea” no sólo cuando se aplica directamente sobre la piel si no también cuando se ingiere, por absurdo que ésto suene, prueba de ello es cómo se usó durante mucho tiempo para dichos propósitos. 

En el aspecto puramente material, el Arsénico se usaba hasta hace relativamente poco tiempo para el endurecimiento de todas las aleaciones con base de Plomo y también en algunos Bronces. Ha sido reemplazado para éste propósito por el Antimonio, elemento con el que se le suele confundir. 

En medicina tuvo muchos usos, particularmente para el tratamiento de la sífilis. Ésto se hacía en una época en la que se sabía de sobra que era tóxico, pero no se tenían alternativas, como sí ocurre hoy en día. 

El uso actual de éste elemento se ve reducido a la manufacturación de pesticidas, aunque cada vez más las leyes son más estrictas y prohíben su uso dependiendo de la nación.