PVDF
Nombre: PVDF, Polifluoruro de Vinilideno, KF, Hylar, Solef, Kynar
Nombre real: Polifluoruro de Vinilideno
Composición: C2H2F2
Familia: Termoplásticos
Densidad: 1,77
Rango de temperatura admitido: -40º/130ºC
Propiedad de: Total/Arkema, Kobayashi Institute of Physical Research (disputado)
No existe un consenso claro sobre quién descubrió o comercializó primero el PVDF. Sabemos que ocurrió entre principios y finales de los años sesenta del pasado siglo. Algunos autores citan el 1960 como fecha del descubrimiento mientras que otros lo llevan hasta 1970. El nombre más repetido es el del Dr. Haiji Kawai (japonés), si bien ésto puede deberse a una confusión dado que Kawai sería quien descubiría las propiedades piezoeléctricas del termoplástico, más allá de descubirlo o no.
La compañía francesa Arkema reclama la autoría o los derechos sobre el plástico, que vende bajo la marca de “Kynar”. Dado que la compañía fue creada en 2004 y sin embargo en su propia web afirma haber comenzado a vender de forma masiva (comercial) el plástico en 1965 resulta intrigante su origen. Dado que la compañía actual se halla (o hallaba) relacionada con el grupo petrolífero Total es posible que el PVFD haya sido “heredado” por Arkema de forma independiente. En cualquier caso, ésta no es la única compañía que lo vende, aunque sí le da un nombre comercial, como sucede en otros casos, lo cual sugiere que el plástico es muy caro y se expende bajo demanda.
Es un plástico de fórmula relativamente sencilla; parece un esqueleto de Polietileno donde dos átomos de Hidrógeno de cada cuatro han sido reemplazados por dos de Flúor (en el PVC se reemplaza uno de Hidrógeno por uno de Cloro). El PVDF es superior en casi todo, o directamente todo a sus rivales directos de precio menor. Compite directamente con el Teflón, lo cual son palabras mayores.
Aunque el plástico “se vende” principalmente dada su excelente resistencia a la corrosión (merced a la presencia de los átomos de Flúor) tiene mejores propiedades mecánicas que el PVC y la mayoría de Termoplásticos del mercado. Como he dicho antes es caro y en comparación al resto, más difícil de producir. También es peligroso, como el PVC, en caso de accidentes ya que libera combinaciones de Halógeno: Flúor, nada menos, el más corrosivo de la familia, un asesino poco conocido.
No obstante, alejémonos del tremendismo: se trata de un material sobresaliente en todos los aspectos. Se emplea sobretodo en tareas donde se entre en contacto directo con substancias químicas más agresivas que las que el PVC puede soportar. La resistencia en ácidos, bases, álcalis, sales, grasas, aceites, et cétera es muy buena (probablemente sólo superada por el PTFE/Teflón).
Su mayor rango de temperatura de servicio (130º vs 80º) con respecto al PVC lo habilita para aplicaciones donde corran substancias químicas en caliente, resistiendo además cualquier debilitamiento por mero acción del calor. Huelga decir que la corrosión se ve acelerada siempre según aumenta la temperatura, por lo que una buena resistencia mecánica a más de 100ºC es de aplaudir.
El PVDF es de los pocos materiales plásticos que se pueden usar para almacenar ácidos potentes, como el Clorhídrico, y dada su gran inercia química encuentra muchas aplicaciones en la industria de la medicina para implantes o recipientes que sean altamente resistentes químicamente hablando. Todo esto, como ya he dicho, con unas propiedades mecánicas muy buenas (especialmente su resistencia a las colisiones incluso a alta temperatura). El PVDF también es naturalmente resistente a la luz UV, por lo que no necesita dopantes para protegerse de la misma.