TEFLON
Nombre: Teflón, PTFE, Politetrafluroetileno
Nombre real: Politetrafluroetileno
Composición: C2F4
Familia: Termoplásticos
Densidad: 2,16
Rango de temperatura admitido: -269º/250ºC
Propiedad de: DuPont
Uno de los plásticos más famosos, sobresaliente en muchos términos. Hace décadas ya de su descubrimiento y comercialización, y todavía no se ha sintetizado otro Polímero que pueda competir con el en muchos aspectos. En una frase: óptima resistencia a la corrosión, insuperable en su familia.
El Politetrafluroetileno fue descubierto en 1938 por el americano Roy Plunkett mientras trabajaba en New Jersey. El plástico saldría de forma masiva al mercado inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre comercial con el que se le conoce, Teflon (pronunciado Teflón). Como muchos otros plásticos, la terminación -on que sería puesta de moda por el descubridor del Nylon (aunque en éste caso se pronuncia “Náilon”) se debe al algodón, que en inglés se llama “cott(on)”, de ahí el origen.
Es, hasta el día de hoy, junto al Kevlar, una de las banderas de la gigante americana DuPont, que lo ha enviado al espacio y más recientemente, llevado a muchas casas como recubrimiento para sartenes con el lema de que “no se pega a nada”.
Es tan famoso que durante años sirvió como mote para uno de los gángsteres más prominentes de la escena Neoyorquina a mediados del siglo XX, John Gotti, conocido como “Don Teflon” en alusión a que “no se le pegaba nada” (salía misteriosamente bien parado en cada juicio que le hacían).
Y es así, el Teflón tiene varias características únicas que lo separan del resto de los termoplásticos.
Para empezar, es bastante denso teniendo en cuenta que es un plástico. Con una densidad media de 2,16 gr/cc es casi el doble de denso que el Polipropileno.
Tiene el coeficiente de rozamiento más bajo, no solo de todos los Polímeros (independientemente de su tipo) si no de todos los materiales conocidos. Sus propiedades auto-lubricantes exceden a las de cualquier otra substancia sólida.
La resistencia al calor también es muy alta, teniendo en cuenta que no deja de ser un Polímero. Puede operar hasta los 250ºC (a ésta temperatura algunos metales del bloque p ya funden). No es volátil, no se degrada con facilidad, y tiene propiedades mecánicas aceptables.
También es resistente a las bajas temperaturas, por lo que cumple tanto en caliente como en frío. Otros plásticos se contraen de tal manera a bajas temperaturas que cristalizan y son fácilmente pulverizables. El Teflón, aunque mecánicamente no excede, se mantiene estable a temperaturas muy por debajo de los 0º que definen la transición de estado líquido a sólido del agua.
Tampoco es combustible: si se expone a la llama directa se funde, e incluso luego de ésto la composición química permanece inalterada.
Otra de sus características, quizás la más famosa para el público en general, es que es hidrófobo, o sea, imposible de mojar. Esto no es meritorio si se tiene en cuenta que la mayoría de plásticos lo son...aparentemente. La tasa de absorción de agua por parte del PTFE es la más baja de todas, y puede usarse como contenedor durante décadas.
No obstante, la cualidad en la que sobresale, y el motivo por el cual es tan apreciado y ha sido reverenciado durante décadas es su extraordinaria resistencia a la corrosión.
Pocas son las substancias químicas que puedan dañarlo: incluso el Ácido Fluorhídrico tiene dificultades en hacerlo, y de hecho se usan envases de Teflón para transportarlo. A temperatura y presiones ambientes y hasta los 50-60ºC es virtualmente resistente a todos los ácidos, reductores u oxidantes, bases, aceites (de todo tipo), grasas, cetonas, aldehídos, alcoholes, sales cáusticas, et cétera. Los sales de los metales alcalinos y alcalino-térreos fundidas atacan al Teflón. Las combinaciones donde el Flúor se halle en estado de excitación también lo dañan, pero la inercia frente a ácidos reductores y oxidantes por igual, así como la previamente mentada lo convierten en el campeón indiscutible en éste aspecto.
El Teflón es caro, mucho. Posiblemente de los que más, y su uso se ve limitado en aplicaciones de alta responsabilidad donde otros Polímeros no puedan cumplir. Su mayor baza es su inercia química, por lo que encuentra aplicaciones en medicina y laboratorios de alta precisión donde la presencia de impurezas sea intolerable.
El apartado mecánico es el talón de Aquiles del plástico, pues aunque no es del todo malo, carece de las propiedades de rigidez, resistencia al impacto, et cétera, de otros polímeros como el Uretano o los de la familia de las Poliamidas.